Reflexiones sobre adivinos y consultas

Ante todo diré, que me sorprende ver la cantidad de personas que se consideran aptas, para hacer consultas mediante las cartas u otro sistema de predicción, y no me refiero a los profesionales de la adivinación, sino a los que leo, "voy a hacerte esta tirada o en las cartas me ha salido que hicieras esto o lo otro". 

Me deja pasmada, el ver cómo una persona es capaz de decirle a otra "alegremente", algo que puede llevarle a cambiar su vida; a tomar decisiones erróneas; bajarles el ánimo, o llenarles de falsas ilusiones, en determinado tema que, por ende, le complicará la situación o solución del mismo.

Yo, después de 40 años, aún sigo pensando, cada vez que consulto, que es una responsabilidad enorme.

No veo que eso se dé, o al menos tanto, por ejemplo, con la medicina; las leyes; etc. No son muchos los que dicen "voy a comprar un libro de medicina y practicaré una operación o pondré un tratamiento"; un manual de leyes, y ejerza de abogado o auto defensor; un libro de música y un instrumento, y sin ser afinado o tener destreza, vaya a hacer un concierto. 

Sin embargo, ¿cuanta gente no compra un libro de tarot, un juego de cartas y en 15 días está echándolas?. 

Por ello, en los últimos tiempos, hay esa oleada de adivinos, de la cual se quejan justamente, los que quieren consultar y no encuentran respuestas acertadas a sus preguntas. ¿Cómo las van a tener? 

Todos tenemos intuición, un@s más desarrollada que otr@s, pero no todo el mundo, y no sé porque, puede realmente, adentrarse en el futuro. 

También todos podemos movernos con música, pero no la totalidad puede bailar, tiene la gracia o el oído para hacerlo con ritmo.

Otra cosa, que también llama mi atención, es la inconformidad a pagar una consulta, y no estoy hablando de abusos o precios deshorbitados. Todas las personas cuando van a una tienda, un mercado o reciben un servicio, pagan por él, entonces porque se ve diferente en el tema mágico.

Desde tiempos inmemoriales, la magia siempre se ha considerado un intercambio, en el que tienes que dar a cambio de lo que recibes. 

Si Ud., paga una copa en un bar, o cualquier artículo, cómo puede molestarle abonar por algo que, hecho por un verdadero profesional, le puede ayudar en lo más importante:

                                                           SU VIDA.

Además, las personas, que nos dedicamos a este trabajo, también como cualquier otro ser humano, tenemos que comer, vestir, etc y remunerar como todo el mundo. Si nos dedicamos a hacerlo y no cobramos ¿cómo vivimos?, ¿cómo pagamos? cuando vayamos por ejemplo a una tienda, mercado, etc.

Ahí les dejo la pregunta, pero a mi juicio la respuesta es clara.