Santo orisha San Lázaro - Babalú Ayé

En el sincretismo, mezcla de los santos católicos con los dioses africanos, a los que los cubanos adoramos por igual y vemos como uno solo:

San Lázaro = Babalú Ayé  /  Babalú Ayé = San Lázaro. 

San Lázaro. 

Obispo y mártir, por su fe católica, a quien Jesús le devolvió la vida, y confirió la posibilidad de hacer milagros. 

Babalú Ayé

Orisha (santo) mayor del panteón yoruba (santoral), al que Olofi (Dios) salvó y dio poder. 

Muy respetado y temido.

Su nombre viene del yorubá Babàlúaiyé (padre del mundo)

Protege de las enfermedades infecciosas, venéreas, lepra, amputaciones, afecciones de la piel y en general de cualquier padecimiento. 

Muy milagroso, en la curación de enfermedades,  nos aporta o refuerza la salud, y aunque es en lo más solicitado y popular, también ayuda en situaciones económicas críticas y/o de desamparo; a las mujeres en cuestiones amorosas; y aporta magia y fuerza espiritual.

Día de celebración: El 17 de diciembre, aunque en Cuba, se comienza desde la víspera, en la noche del 16.

Color:  morado oscuro.

Día de la semana, el miércoles.

Número: 17 y los múltiplos.

Encenderle dos velas  moradas, es muy buen ritual, para que nos escuche y nos conceda lo que le pedimos.

NO se le debe prometer algo que no se vaya a cumplir.

Oración a San Lázaro 

(Muy poderosa).

Glorioso Patrón de los Pobres, que en tantos tormentos me veo, con solo llamar a tu espíritu me des lo que yo deseo, y que encuentre que mis males, sean remediados con solo decir esta oración:

En el Nombre de San Lázaro, que los buenos espíritus que me ayuden y que vengan en mi auxilio, cuando yo padezca de algún mal o este en algún peligro que me los detengas, y que a mí no lleguen, y que esto me sirva de una prueba de vuestra protección para mí y haced, San Lázaro que tu espíritu sea mi fe y todo el que a mi lado estuviere, y que en ti, patrón, encuentre la fuerza que necesita mi materia para poder llevar estas pruebas de este planeta en que habitamos y de este camino que hay que pasar, mandado por Dios, nuestro Padre, pues en ti pongo mi fe para que me salves de esta y me des consuelo a mis grandes males y que por tu valor tenga otro porvenir mejor a este que tengo, y que en el nombre de San Lázaro lo espíritus malos se alejen de mi para siempre con solo decir esta oración; San Lázaro conmigo y yo con el; él delante, yo detrás de el, para que todos mis males los haga desaparecer, 

La Gloria de todos. 

Amen.